¿sabes que?

Que no hay palabras. Palabras definan ni con millones de sílabas, lo que yo siento al mirarte a los ojos. Palabras que me basten para definir la vida contigo. Palabras que representen esa sensación al verte llegar. 

Hoy cerré los ojos y sonreí, después de mucho tiempo, aliviado. Medir cada gramo de felicidad que hay en mí sería imposible. 

Me haces ser mejor persona, mejor pareja y mejor amigo. 

Mejoras cada rasguño que pueda tener, fortaleciendo cada recoveco para que a la más mínima, nada pueda pasar.

Y, ¿sabes que?

Que espero pasar todo lo queda por delante contigo, porque no concibo un segundo más sin que este personaje que escribe se vea de otra manera que no sea contigo.

Te amo Carmen, hoy, mañana y siempre

Visión-Misión

Sueños. Sueños que me llevan una y otra vez a recordar que, por un tiempo, fui libre. Que no había más preocupación que ser feliz y disfrutar de cada segundo. 

Huele a cambio por aquí desde hace unos días. No sé de qué manera o cómo va a llegar. Pero este presentimiento no desaparece.

Es hora de volver a ser fuerte. De afrontar todo cambio, de mejorar una vez más. Y esta vez de manera definitiva. Estoy dispuesto.

A por los últimos meses,

Jesús.