martes, 31 de diciembre de 2013

Bittersweet Symphony

Aún me sigue sorprendiendo lo rápido que el tiempo puede llegar a pasar. Hoy terminamos con un año que, junto con la mitad del anterior, ha sido irrepetible. Y aunque intentaré evitar todas esas típicas frases que se suelen decir en el día de hoy, para mí estos 365 días han sido distintos a la vez que inigualables.

Continuar con todo lo que el 012' me dejó y añadir más aún no ha podido ser mejor regalo. Cada minuto, incluso los más tristes, han mejorado a este personaje que os escribe ahora.

Lo que viene ahora es tan incierto que me hace sentir de nuevo esa chispa en el estómago. Y es que vete tú a saber qué vamos a andar haciendo en un año. Tantas intenciones, tan poco pero a la vez tanto... cruzaremos los dedos una vez más. Va a salir bien, lo sé.



“El único plan que no falla es que la vida te sorprenderá.”

Cuánta razón en esas palabras. Quién nos iba a decir hace hoy un año, que ibas a ser tanto para mí. Mi mitad, mi escudo... Y aún a sabiendas de que estás al tanto, en todo lo que hago tu nombre va conmigo. Porque eres parte de mí, por esos pequeños grandiosos detalles, gracias Car.


No suelo dar muchos consejos, pero hoy os daré uno que sigo día a día desde que alguien muy importante me lo dio a mí mismo:


Si duele, es que algo estás haciendo bien, así que ya sabes





 sigue.

Albert.

lunes, 16 de diciembre de 2013

Printing

I wish someone could ever understand what it feels like.

Just for once.

Just once.