miércoles, 24 de abril de 2013

Another round

Hoy al pisar la estación, un escalofrío me recorrió el cuerpo entero. Pensaba que me iba para no volver. Nudo en la garganta. Dos meses y cuatro días, y así andamos. Sin querer pero queriendo se pasan los días. Y aquí me hallo, en la terraza con la lista de reproducción "silencio"  y las montañas a mis pies. Sensación inigualable, una vez más.


Ha sido -y sigue siendo- tanto lo que esto me está aportando que sigo sin poder llegar a creérmelo. También puedo decir que cuanto más tiempo pasa, menos echo de menos, si puede sonar triste, pero así lo veo. Pasaría un año más aquí, y dos, y tres...


Dicen que un lugar no tiene valor si las personas que lo habitan no lo tiene, y cada minuto que pasa, más convencido estoy. Y las catalanas algo de culpa tienen, para que mentir. Sois grandes y de corazón aún más.

Y sin más dilación, me marcho. A ver que porción de carne congelada-caducada nos comemos hoy.

Albert


jueves, 18 de abril de 2013

Campana

Es extraño. Te lleva tiempo darte cuenta. La vida en ocasiones elige por nosotros y no hay devolución. Y no sé el porqué pero es triste, muy triste. Esa sensación de ver que hay algo que impide que las cosas vayan bien y no haya manera alguna de descifrar qué o quién es el obstáculo que lo destroza todo, dejando los mejores momentos vividos a un lado para sacar lo amargo al exterior.

Odio ser tan apático. Sinceramente no hay manera de que no me afecten las cosas de los demás a mi alrededor. Me encariño y no puedo consentir que nadie en mi entorno se sienta mal. Y ante los acontecimientos que tenemos por delante, prefiero ignorar al mundo en la medida de los posible. Dejar de pensar que eres la jodida causa de que los demás se sientan mal y te veas en la obligación de solucionarlo.

Aunque será una lástima,

Jesús


Acción Final

No sé con qué decirlo,
porque aún no está hecha
mi callada palabra.

JRJ