- Cuesta bastante explicarlo sin dejarse nada en el tintero, ¿sabes?.
- Inténtalo al menos.
- Pues verás...
~•~
En un momento, la preocupación que todos estos meses atrás le perseguía apareció ante él: No llegar a ser suficiente, no poder llegar a donde quería, a donde querían.
Eres una parte de mí. La que más me gusta, la que me hace ser como soy cada día. Y cada camino que tome en esta carretera a la que llamamos vida, tú vas a estar pasándolo conmigo. No sé la manera a estas alturas, eso tendrás que perdonarmelo, pero la hay, por supuesto que sí.
~•~
Esa noche él la amó con cada milímetro de su ser, haciendo que, como siempre, fueran uno.
De por vida,
Jesús.
No hay comentarios:
Publicar un comentario