Fue tan impactante que no sé como contarlo. Y con temor todavía a ponerlo en un par de líneas por si de repente todo fuese un sueño y acabase en un parpadeo.
Rutina.
Auriculares.
Mundo particular.
Cuatro Grandes Ruedas.
Mirada.
Sonrisa nerviosa ante el descubrimiento.
Electricidad.
¿Me está pasando esto a mí?
DE PRONTO, me dilata
mi idea,
me hace mayor que el universo.
Entonces, todo
se me queda dentro. Estrellas
duras, hondos mares,
ideas de otros, tierras
virjenes, son de mi alma.
Y en todo mando yo,
mientras sin comprenderme,
todo en mí piensa.
Juan Ramón Jimenéz, PIEDRA Y CIELO.
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