lunes, 19 de abril de 2010

Voces de ánimo

En el recuerdo estás tal como estabas.
Mi conciencia ya era esta conciencia,
pero yo estaba triste, siempre triste,
porque aún mi presencia no era la semejante
de esta final conciencia

Entre aquellos geranios, bajo aquel limón,
junto a aquel pozo, con aquella niña,
tu luz estaba allí, dios deseante;
tú estabas a mi lado,
dios deseado,
pero no habías entrado todavía en mí.

El sol, el azul, el oro eran,
como la luna y las estrellas,
tu chispear y tu coloración completa,
pero yo no podía cogerte con tu esencia,
la esencia se me iba
(como la mariposa de la forma)
porque la forma estaba en mí
y al correr tras lo otro la dejaba;
tanto, tan fiel que la llevaba,
que no me parecía lo que era.

Y hoy, así, sin yo saber por qué,
la tengo entera, entera.
No sé qué día fue ni con qué luz
vino a un jardín, tal vez, casa, mar, monte,
y vi que era mi nombre sin mi nombre,
sin mi sombra, mi nombre,
el nombre que yo tuve antes de ser
oculto en este ser que me cansaba,
porque no era este ser que hoy he fijado
(que pude no fijar)
para todo el futuro iluminado
iluminante,
dios deseado y deseante. JRJ



Mi profesor de Literatura dice que este fragmento no le gusta a nadie... a mi sí por lo que dice sin querer decirlo. Disfrutadlo


Albert

1 comentario:

Gema dijo...

A pocos les gusta JRJ.

Yo creo que es un autor al que hay que vivirlo, más que leerlo, porque es cuando te ves identificado con él, cuando en sus poemas ves algo que tu has vivido, es entonces cuando empiezas a leerlo de verdad y a comprenderlo.

Ya conocía el poema y no te preocupes, que a mi también me gusta.Casi tanto como me gustas tú.


t.Q!

Gema*O*